Comprendiendo la Enfermedad

La Nueva Medicina Germánica (GNM) está basada en los descubrimientos del Doctor en Medicina Ryke Geerd Hamer, M.D. El Dr. Hamer recibió su grado médico en 1961 por la Universidad de Tübingen, Alemania. Esta especializado en Medicina Interna y ejerció en diferentes clínicas universitarias en Alemania. El Dr. Hamer también ejerció práctica médica junto con su esposa, Sigrid. Juntos criaron a cuatro niños.

El 18 de Agosto de 1978 fue, en las propias palabras del Dr. Hamer, el día más oscuro de su vida. En ese día, el Dr. Hamer recibió la impactante noticia de que su hijo mayor, Dirk, había sido herido de bala accidentalmente. Dirk falleció cuatro meses después en los brazos de su padre.

Poco después de la muerte de Dirk, al Dr. Hamer le fue diagnosticado un cáncer testicular. Debido a que él nunca había estado seriamente enfermo, asumió inmediatamente que el desarrollo de su cáncer podría estar directamente relacionado con la trágica pérdida de su hijo.

La muerte de Dirk y su propia experiencia con el cáncer, llevaron al Dr. Hamer a un viaje científico extraordinario. En aquel tiempo siendo internista en jefe de una clínica oncológica alemana, el Dr. Hamer comenzó a investigar las historias de sus pacientes y pronto aprendió que, como él, todos ellos habían sufrido un estrés emocional inesperado previo al desarrollo de sus cánceres. Pero llevó su investigación aún más lejos. Sobre la base de que todos los eventos corporales son controlados desde el cerebro, analizó los escáneres cerebrales de sus pacientes y los comparó con sus registros médicos. Ésta fue una aproximación enteramente nueva. Hasta ese entonces, ningún estudio había examinado el origen de la enfermedad en el cerebro y el rol de éste como mediador entre nuestras emociones y un órgano enfermo.  

Lo que descubrió el Dr. Hamer fue asombroso. Encontró que cuando sufrimos un estrés emocional inesperado, como una separación no prevista, la pérdida de un ser amado, o preocupaciones o enojos repentinos, el cerebro acciona un programa de emergencia biológico para responder al impacto del conflicto exacto que se esta experimentando. Él estableció que en el preciso momento en que ocurre el conflicto, el choque impacta un área específica del cerebro provocando una lesión que es visible en un escáner cerebral como un grupo de anillos concéntricos definidos (ver imagen). Con el impacto, el choque es comunicado al órgano correspondiente. Que el órgano responda al conflicto con el desarrollo de un tumor (cáncer), una condición cardiaca, o pérdida de tejido como la observada en la osteoporosis o las úlceras del estómago, esta determinado por el tipo exacto de estrés emocional. 

Tomemos por ejemplo al cáncer de colon: El conflicto biológico ligado a nuestro intestino es, como lo llama el Dr. Hamer, un “conflicto de bocado indigerible”. Los animales experimentan estos conflictos de bocado en términos reales, cuando, por ejemplo, un pedazo de comida se atora en el canal intestinal. En respuesta a esta potencial situación de amenaza a la vida, las células intestinales comienzan a multiplicarse inmediatamente. El propósito biológico del aumento celular es producir más jugos digestivos, para que el pedazo de comida pueda ser destruido y pueda pasar. Los humanos heredamos este programa de respuesta biológica. Para nosotros, un “bocado indigerible” se puede traducir en un insulto, un divorcio difícil, una pelea sobre dinero o alguna propiedad, o un caso en la corte que no podemos “digerir”. El Dr. Hamer encontró que cuando experimentamos tal conflicto “indigerible”, se inicia el mismo proceso de proliferación celular, controlado desde la parte del cerebro que controla nuestro colon. El tiempo que una persona permanezca estresada debido al “tema indigerible”, las células seguirán multiplicándose, formando lo que es llamado un tumor del colon. La medicina convencional interpreta estas células adicionales como “malignas”. Basado en miles de estudios de caso, el Dr. Hamer muestra cómo estas células adicionales (el tumor), son lo que podríamos llamar “células desechables” que son solo útiles por el tiempo requerido. En el momento en que el “bocado indigerible” puede ser digerido, las células superfluas no se necesitan más.  

El Dr. Hamer también descubrió que cada “enfermedad” se lleva a cabo en dos fases. Durante la primera, la fase activa del conflicto, nos sentimos mental y emocionalmente estresados. Típicamente, estamos totalmente preocupados por lo que ha ocurrido, tenemos las extremidades frías, poco apetito, sufrimos alteraciones en el sueño, y perdemos peso. Si resolvemos el conflicto, entramos en la fase de curación, durante la cual la psique, el cerebro y el órgano afectado pasan por una fase de recuperación. Debido a que la medicina convencional falla en reconocer el patrón bifásico de cada enfermedad, muchos de los síntomas de la fase de reparación tales como inflamaciones, fiebre, aumento de volumen doloroso, pus, descarga, sangrado en las heces, la orina o el esputo (particularmente cuando el crecimiento canceroso es degradado), o infecciones, son clasificadas como enfermedades a pesar de que son, de hecho, manifestaciones del proceso natural de curación.

Los aspectos terapéuticos de la GNM son múltiples. El primer paso es determinar si la persona se encuentra todavía en el conflicto activo o si ya esta sanando. Si se encuentra todavía en la fase activa, el objetivo es identificar el conflicto original, desarrollar una estrategia para resolver el conflicto, y preparar al paciente para los síntomas de curación. Durante la fase de curación es importante dar apoyo psicológico al paciente y si es necesario, médicamente. Pero sobre todo, es esencial entender la naturaleza de los síntomas. Porque el entender cada síntoma en su contexto biológico y biográfico, permite liberarnos del pánico y del miedo que a menudo son disparados con el inicio de una enfermedad.

La investigación del Dr. Hamer desbarata radicalmente la doctrina central de la medicina convencional, la cual dice que las enfermedades son el resultado del mal funcionamiento del organismo. Al proveer evidencia científica clara de que las enfermedades, como el cáncer, no ocurren al azar, sino como resultado de programas de supervivencia que han sido practicados exitosamente por millones de años de evolución, el Dr. Hamer echa por tierra a la medicina convencional (incluyendo a la industria médica) desde su esencia. Con la GNM, preguntas como “¿Por qué a mi?” ó “¿Por qué cáncer?” no son más un misterio. Y así como otros “herejes médicos”, el Dr. Hamer está pagando el precio por cuestionar el viejo dogma.

En 1981, el Dr. Hamer presentó sus descubrimientos a la Facultad de Medicina de la Universidad de Tübingen como tesis pos doctoral. Pero hasta el día de hoy, la Universidad ha rehusado probar la investigación del Dr. Hamer a pesar de su obligación legal a hacerlo. Éste es un caso sin precedentes en la historia de las universidades. Similarmente, la medicina oficial rehúsa aprobar sus descubrimientos a pesar de 28 verificaciones realizadas por parte tanto de médicos como de asociaciones profesionales.

Poco después de que el Dr. Hamer hubo entregado su tesis, le fue dado el ultimátum de renegar de sus descubrimientos o ver revocado su contrato con la clínica universitaria. Fue extremadamente difícil para él, entender porqué estaba siendo expulsado por presentar descubrimientos científicos bien fundamentados. Después de su expulsión, se retiró a su práctica privada donde continuó con su investigación. Varios intentos por abrir una clínica privada fallaron debido a esfuerzos concertados para oponérsele.

En 1986, a pesar de que su trabajo científico nunca había sido desaprobado, al Dr. Hamer le fue retirada su licencia médica sobre la base de que rehusó conformarse con los principios de la medicina convencional. Pero estuvo determinado a continuar su trabajo. Para 1987 fue capaz de expandir su descubrimiento a prácticamente todas las enfermedades conocidas en la medicina. En 1997, el Dr. Hamer fue exiliado a España, donde continúa investigando. Hasta ahora, ha sido capaz de confirmar sus descubrimientos originales con más de 40.000 estudios de caso.

El Dr. Hamer ha sido perseguido e intimidado por más de 20 años. La prensa y la medicina establecida no paran de difamar al Dr. Hamer y su trabajo. Es retratado como charlatán, como curador milagroso auto proclamado, como líder de culto, o como criminal demente quien niega a los pacientes con cáncer los tratamientos convencionales (particularmente la Quimioterapia). Pero tiene que mencionarse, que contrario a la medicina convencional, la GNM ha documentado un índice de éxito del 92%. Irónicamente, estas estadísticas del notable éxito del Dr. Hamer fueron entregadas por las mismas autoridades. Cuando el Dr. Hamer fue arrestado en 1997 (¡por haber dado consejo médico a tres personas sin una licencia médica!),  la policía buscó sus expedientes de pacientes. Subsecuentemente, un fiscal público fue forzado a admitir durante el juicio que, después de 5 años, 6,000 de 6,500 pacientes la mayoría con cáncer “terminal” se encontraban aún vivos. – De Septiembre del 2004 a Febrero del 2006 el Dr. Hamer fue encarcelado en una prisión francesa, porque supuestamente, gente (a quien nunca conoció) sufrió daños debido a su GNM ó a sus publicaciones.

Mientras los representantes oficiales de la medicina rehúsen reconocer los descubrimientos del Dr. Hamer, tenemos que arreglárnosla por nuestra cuenta para aprender este novedoso y completamente distinto paradigma médico.
         



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