Descrita una nueva función de un supresor de tumores


La revista Nature ha publicado recientemente un trabajo, realizado íntegramente en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa, que aporta nuevos datos sobre un supresor de tumores, el BRCA2, responsable del cáncer de mama y ovario hereditario.
US | 03 junio 2014 
Investigadores de la Universidad de Sevilla (US) acaban de publicar un artículo en la revista Nature que aporta nuevos datos sobre un supresor de tumores, el BRCA2, responsable del cáncer de mama y ovario hereditario. El trabajo está realizado íntegramente en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER).
La inestabilidad del genoma contribuye al envejecimiento, al cáncer y otras enfermedades genéticas, razón por la que descifrar los factores y mecanismos que la controlan son de enorme interés en biomedicina.

En estos casos, dicha inestabilidad se encuentra asociada frecuentemente a la acumulación de híbridos de ADN-ARN, unas moléculas que se pueden formar accidentalmente durante el proceso de la transcripción.
“Desde hace unos años sabemos que no solo las proteínas implicadas en la replicación del ADN o la respuesta al daño del ADN (DDR) son importantes para mantener en buen estado el genoma”, afirma Andrés Aguilera, director del trabajo y experto de la US, quien ha añadido que desde la levadura hasta los eucariotas superiores como el ser humano, las mutaciones en genes implicados en la transcripción del ARN mensajero y su transporte también inducen daño en el ADN e inestabilidad del genoma.
En este estudio se demuestra, a partir del estudio de una transportador de ARN (TREX-2) en células humanas, que este es necesario para la integridad del genoma. Pero más importante aún, muestra que interacciona con la proteína supresora de tumores BRCA2 (Breast Cancer Type 2 susceptibility protein).
Así, los resultados de esta nueva investigación señalan que la proteína humana BRCA2 está implicada en procesar y eliminar los híbridos ARN-ADN que se forman por error durante la transcripción de los genes.
El trabajo concluye que “dichos híbridos de ARN-ADN pueden constituir una causa común en la aparición de tumores, incluidos los de mama y de ovario, abriendo nuevas perspectivas para entender el origen del cáncer y posibles aplicaciones prácticas”, explica este investigador.
El grupo de Andrés Aguilera fue pionero en los estudios que relacionaban los híbridos de DNA-RNA como fuente de inestabilidad genómica, y ahora, por primera vez demuestra su posible importancia en procesos tumorigénicos.

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