EDUCACIÓN TERAPÉUTICA DE LA PARÁLISIS
CEREBRAL
Sabemos que el tratamiento de
un niño con Parálisis Cerebral Infantil (PCI) debe ser precoz, individual e
integral; pero también debemos hacer un tratamiento de prevención y reducción de las deformidades. Utilizando
para ello, la cinesiterapia pasiva, así como también el posicionamiento
adecuado de las extremidades y tronco en los diferentes planos de movimiento
que puede realizar el niño.
Es conveniente saber como manejar a un niño con PCI
·
Debemos
promover las ventajas y habilidades del niño estimulando patrones normales de
movimiento.
·
Prevenir
o reducir la deformidad.
·
Evitar
posiciones, movimientos y comportamientos que dificulten la manipulación, por
ejemplo la extensión de tronco y el empuje hacia atrás.
Es importante asimismo
conocer las formas correctas de cargar en brazos a un niño con PCI y cambiarlo de
posición varias veces al día, pasando por las posiciones decúbito prono, supino
y lateral, sentado en suelo y silla y en bipedestación cuando sea posible. Es
fundamental que reciba todos los estímulos posibles, para ello es esencial una
buena colocación de todos aquellos objetos que puedan estimularle de manera
visual, táctil y auditiva; por ello es conveniente una colocación correcta de
la cama del niño en su propia habitación y la distribución del resto de objetos.
Por ejemplo: en este niño
todos los estímulos provienen de la izquierda, alentando a mirar hacia ese lado
porque al lado derecho solo tiene la pared y esta es una buena colocación para
un niño que constantemente vuelve la cabeza hacia su derecha.
Existen muchas técnicas y
métodos para tratar las secuelas de la PCI, en este artículo hablare del método BOBATH, que es el más
comúnmente usado, para esta patología
MÉTODO BOBATH
1. Principios básicos del tratamiento
Este método parte de a los niños
se le debe enseñar la sensación de movimiento, no los movimientos en sí mismos,
ya que la sensación normal de movimiento le permitirá realizar movimientos
normales; es decir; enseñar a los niños el control de los movimientos en una
secuencia correcta para evitar posteriores deformidades. Para ello lo primero
que debemos hacer es normalizar el tono muscular (inhibir hipertonía,
espasticidad) a través de las Posiciones Inhibitorias de los Reflejos (PIR). Mediante
estas PIR se inhiben los reflejos anómalos y permiten detener centralmente la
hipertonía, dando lugar a períodos breves de hipotonía, estos períodos con el
tiempo van siendo cada vez más amplios. Durante estos períodos de tonicidad
normal se van a establecer nuevos esquemas propioceptivos normales a través de
los ejercicios de facilitación. El método Bobath rompen la actividad refleja
anormal por medio de una técnica especial de manipulaciones, estudian y
analizan la postura típica del niño y lo colocan en antítesis a esta: en lugar
de flexión, extensión, en vez de prono, supinación… Estas PIR no deben ser solo
posturas estáticas, sino etapas del movimiento que el niño todavía no sabe
ejecutar.
El Método Bobath se basa en
la plasticidad cerebral, tras el
nacimiento, el número de conexiones e interacciones aumenta y se refuerzan las
conexiones con cada una de las acciones que el cerebro aprende; a esta
capacidad de modelar el cerebro a través del aprendizaje se le denomina
plasticidad. No podemos recuperar las neuronas muertas, pero sí reconstruir
nuevas vías de conexión, y la plasticidad dependerá de la cantidad y calidad de
estímulos que reciba el niño.
2. Posturas inhibidoras de reflejos
patológicos (PIR)
Intentan inhibir los reflejos anormales responsables de la hipertonía por medio de posiciones especiales que reduzcan e incluso anulen dichos reflejos; anulan las reacciones tónicas que dificultan la coordinación; así a partir de ellas se procura el movimiento activo o asistido sin desencadenar los patrones de flexión o extensión. Se llevan a cabo sobre una camilla o un balón gigante de 1 metro de diámetro que sirve de soporte inestable
Formas correctas de cargar a un niño con tono flexor(A) y
extensor (B1, B2, yC) en tronco.
3. Ejercicios de facilitación
ü Facilitación de las reacciones de equilibrio: Son movimientos
automáticos compensativos que hacen posible una adaptación postural a los
continuos desplazamientos del centro de gravedad del niño. Suelen utilizar el
balón citado anteriormente, como por ejemplo colocar al niño en decúbito prono
con antebrazos apoyados. El niño al desplazarse el balón adelante y atrás
intentará mantenerse en equilibrio por sí mismo. Otro ejercicio es colocar al
niño en bipedestación sobre un balancín cogiéndole por las caderas, etc.
ü Facilitación de reacciones de protección y
defensa: Desde sedestación se puede coger al niño por la muñeca de un brazo
y el otro queda en extensión. Se le empuja en sentido lateral para que apoye la
palma de la mano, con el codo en flexión el niño espástico apoya el dorso de la
mano o en cuello de cisne. Otro ejemplo es el niño de rodillas, levantarle los
brazos y soltárselos para que los apoye en una mesa delante de la cual se
encuentra. O en bipedestación mantenerlo frente a una pared asistido por la
cintura escapular. Se le desplaza hacia la pared para que apoye defensivamente
las palmas de las manos sobre ella.
ü Facilitación del sostén cefálico: Por
ejemplo, el niño en decúbito supino se le tracciona los brazos para que intente
acompañar la elevación del tronco con la de la cabeza
Espero que estos ejercicios
les sirvan un poco para tratar a los niños que sufren este tipo de patología, y
así poder reducir y prevenir las
deformidades que la misma patología conlleva en las diferentes estructuras
anatómicas, así como también poder normalizar el tono (Hipertonía,
espasticidad) con las diferentes posturas manejadas en este articulo. El
trabajo con los niños debe ser constante, y debe ser apoyado por los padres,
tanto en el momento de la terapia como en casa.
L. FT. Alma Grissel Azucena Varela
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