POR ALEJANDRO VIGNATI
“MIRA BIEN ESTE LIBRO. TE PARECE OSCURO, COMO A TODO EL MUNDO.
PERO UN DIA TU VERAS ALLI LO QUE ES PRECISO VER Y SABRAS LO QUE NADIE SABE”
-Saint-Jacques de la Boucherie-
Este es uno de los últimos artículos escritos por Alejandro Vignati, que fue un apasionado periodista, un poeta fascinante que penetra en el misterio y en el más allá de la literatura esotérica.
El caribe esta cerca de todo. De USA. O América Central. De USA el Todo viene en un pergamino gigante y codificado en memorias estables de germanio. El Caribe almacena mitos. Volar de Santo Domingo y encontrar playas doradas en Florida es recordar a Ponce de León, atravesando los “everglades” (pantanos) buscando la Fuente de la Juventud. Quizás ese mágico intento dio frutos. Y el cohete Apolo XI, que vi salir de este mismo lugar hace muchos años ya fue el gran sueño de la fuente del Hombre del Mito.
El truco del Trópico es caer en tierra americana. Aquí, en los estereos de Florida-por julio- cayo fulminado Jack Kerouac. La “beat generation” perdió su mástil. Hoy quedan recuerdos trazados por el mito de “En el camino” o “Satori en Paris”. Queda eso. América ha girado. Puedo escribir sobre los temas que el tiempo transforma en realismo fantástico. O leer titulares donde la noticia cubre espacio de Tiempo ireflexivo: “XV Festival de la Vanguardia en Nueva York”: De lo más nuevo a lo imposible” (estructuras inflables flotando en el aire y en el río- este año se realizó en la Terminal de Pasajeros del “ferry” del río Hudson- , banderas, pintura sonora, pintura viviente, pintura tradicional, tridimensional, música electrónica, poesía visual, poesía comestible, proyecciones con láser, arte de computador arte de sintetizador, danza, rituales, ambientaciones, teatro de postales drama, acciones). Y volveré sobre el tema. Londres emitió el cable escueto: “Prohíben publicación de guía sobre cómo suicidarse”. 11-8-80- (A.P.). Las holografías del venezolano Rubén Núñez asombran: la “era fotónica” ha comenzado, dice. El 8 de agosto un comunicado estremeció al mundo científico apenas pisé USA: “Famoso virólogo suspendió experimento de Virus en California” (E.U.A.-A.P-.)”…reprodujo accidentalmente, en el laboratorio, el material genético de un virus distinto al que se proponía duplicar, pero más peligroso… y desconocido”.
Desdoblando la realidad, cada noticia es un mundo de aceptaciones mágicas.
La cita del título- novela de Osman Luis, Ediciones Melhoramentos, 1973- define nuestro tiempo. Que arranca del Tiempo Mítico. Y de ese tiempo de Misterios y Conjunciones- que subrepticiamente metió el trópico en Estados Unidos, cuento hoy.
AVALOVARA
“Descubro- dice Osman en Avalovara- hoy, un texto y estoy convencido de que todo el secreto de mi paso por la vida esta ligado a el. El texto que debo encontrar (si esta impreso o me toca a mi escribirlo, no lo se), esta ligado.
Un sueño no es extraño. Mallarmé- el poeta francés- soñó con el Libro. Osman Lins- cuya cita acuñamos- dedico un largo texto a la creación del universo imaginando lo que no podía. Pero Flamel…
El libro mostrado por el ángel fue encontrado por el alquimista. “Así pues, al nombre de una ciudad: su alcance lo sobrepasa – como nombre de ciudad- significando, en su concisión, un ser real y su evolución, y los cambios que en el se cruzan, siendo incluso capaz de permanecer cuando el ser o sus caminos están sepultados” (Pág. 64.) He aquí el libro como “objeto mágico”, como “símbolo” de un estadio al cual se accede mediante lo maravilloso. Ernst Robert Curtís- autor del monumental (grimonorio y enciclopedia) “Literatura Europea y Edad Media Latina”, descubre la metáfora y se pregunta (cercano a Young en su búsqueda de lo “real maravilloso”) ¿”Donde y cuando se considero al libro como objeto sagrado”?
La memoria retrocede. Vuelve a Chichón tze
, a los “arquetipos colectivos” (ideas primitivas que se “inscribieron” en el subconsciente del hombre), al Asia Occidental, a Egipto.
El libro tenia “casta”. Magia. Estaba en manos de los “divinos”.
Había libros celestes.
Había libros sagrados.
Había libros litúrgicos.
El acto mismo de escribir se tenía por misterio. El “escriba” tuvo privilegios especiales. En Egipto. Un Dios: Thot. Los griegos fundirían a este dios con Hermes. Para los babilonios, los libros eran las “escrituras del cielo”(E.R. Curtis. Ob. Cit. Fondo de Cultura Económica, 1955. Pág. 425). La Historia convierte al libro en artículo sagrado y al químico en alquimista. Libros alquimistas- que hoy recuperan la ciencia aun no revelada-, fueron considerados mágicos. Y viene al caso recordar al francés Nicolás Flamel (1330-1417). Poeta y mago. Químico y sabio.
Flamel, nacido en Pontoise, se establece en Paris como “memorialista” (aun los oficios tenían nombre y el que contaba tenia memoria.). Trabaja en una pequeña tienda al lado de la Iglesia de Saint-Jacques de la Boucherie (que aun existe). Se gana bien la vida copiando cartas y documentos (?). Es muy joven. Tiene un sueño extraño. Ve un libro con tapas de cobre. Sus hojas parecen corteza muy delgada; están ilustradas por bellísimos dibujos. Hay un ángel que le muestra el libro y dice: “Mira bien esta libro; te parece oscuro, como a todo el mundo, pero un día tu verás allí lo que es preciso ver y sabrás lo que nadie sabe”. El despertar fue violento y hubo nada delante suyo.
LO REAL FANTASTICO.
Un sueño no es extraño. Mallarme- el poeta francés- soñó con el Libro. Osman Lins- cuya cita soñamos- dedico un largo texto a la creación del universo imaginando lo que no podía. Pero Flamel…
El libro mostrado por el ángel fue encontrado por el alquimista. “Así pues, escribe Flamel cuando tras la muerte de mis padres me ganaba la vida en nuestro “arte de escritura”, haciendo inventarios, cuentas, frenando los gastos de tutores y menores, me cayó en las manos, por la suma de dos florines, un libro muy viejo y grande: no era de papel o pergamino como los demás. Sino que era de finas cortezas (así me pareció) de tiernos arbustos. Sus tapas eran de fino cobre, grabadas con letras o figuras extrañas. Creo que podían ser caracteres griegos o de otra lengua antigua similar, pues yo no sabía leerlos y no eran notas ni letras latinas o galas, ya que de éstas entendemos algo” (N. Flamel: “Libro de las figuras jeroglíficas”, citado por Serge Hutin, en su Histoire de L`Alchimie. Marabout Université, 1971, Págs. 157-158).
Según Flamel, el libro fue escrito por Abraham judío, “príncipe, sacerdote, levita, astrólogo y filósofo”. Pasa años enteros descifrando el interminable laberinto del Conocimiento por dos florines.
No se sabe a ciencia cierta si el libro existe. Poco importa. Las versiones difieren; ya hay noticias; Suenan a noticias venidas de un lugar inexistente.
Pero no.
DATO 1
Serge Hutin, en su Historia de la alquimia, se inclina por la idea de que no se trataba de un mito, alegando que uno de los participantes, en la discusión que siguió a una emisión televisada sobre Flamel-Paris, 1967 (“El Tribunal de lo Imposible”, conducido por Michel Subiela) pudo ver el original conservado en una edición particular.
DATO 2
Jung, en su Mysterium Conjuntionis, se refiere a un tratado – supuestamente hebraico, aparecido en el siglo XVIII, firmado por Abraham Eleazar, titulado Antigua Obra Química (Uraltes Chymisches Werk) y que “hace abundante uso de la terminología hebrea, pretendiendo ser el misterioso Rindenbuch – libro de las cortezas- de Abraham el Judío, que le revelo el arte de hacer oro a Nicolás Flamel”.
Con ayuda del Maestro Canches medico judío encontrado en León al regreso de una peregrinación por Santiago de Compostela, Nicolás Flamel logra descifrar el desconcertante escrito.
Los seres y los objetos de los sueño, según la creencia general, son impalpables. El espanto de Ubonius, al despertar surge de esta incongruencia: en Su vida cambia. Sigue residiendo en Paris. Sin embargo, regala cuantiosas sumas a hospitales e iglesias, dando los fondos necesarios para la reconstrucción- de arriba abajo- de la iglesia Saint-Jacques de la Boucherie (Santiago era el patrono de los alquimistas cristianos) que solo se efectuó después de su muerte. Queda si-como dije- su campanario. Recorrer Paris y ver la famosa “Tour de Saint Jacques” o “Torre de Santiago”, es cosa común.
¿Qué transmutación se opero en Flamel y su riqueza? La mental fue entrever en sueño un libro y encontrarlo en vida. La Torre de Santiago ejerce un misterioso influjo sobre la vid de quien conoce su origen. Andre Breton- fundador del surrealismo- escribió en su “Manifiestos”:”La invención de la piedra filosofal por Nicolás Flamel, no ha sido creída por la sencilla razón de que el gran alquimista, no parece haberse enriquecido. Además de los escrúpulos religiosos que pudo haber tenido en sacar provecho tan vulgar, es preciso preguntarse en que ha podido interesarle la obtención de unas pocas partículas mas de oro, cuando- ante todo- se trataba de construir una gran fortuna espiritual”. Hoy Flamel se nos aparece como el poeta moderno que, en su apartado laboratorio, trata de descifrar y reescribir un libro que-ángel o demonio- le entregaron mientras dormía.
¿Qué visiones fantásticas de un Tiempo Irreal llevo en su memoria y dejo en forma de mito para que una torre diga que su existencia fue corpórea y su conocimiento único?
LA BIBLIOTECA MARCIANA DE VENECIA
Fines del siglo XIV en Francia: un alquimista sueña con un libro que luego encuentra. Siglo XX. Brasil. Un escritor-Osman Lins- sueña con haber visto un manuscrito en la Biblioteca Marciana de Venecia y escribe una novela donde deambula un unicornio. ¿Ha nacido un Cambio que la literatura adelanta en tecnología a la yuxtaposición de la Realidad? Algunos párrafos de Avalovara-ineto en lengua castellana- pueden acércanos a “esa otra realidad”.
Lins narra: “El día que Loreius, desesperado, se mata delante de Tyche, Publius Obunius, entre los sobresaltos de un sueño agitado, sueña con el Unicornio.
Los seres y los objetos de los sueños, según la creencia general, son impalpables. El espanto de Obunius, al despertar, surge de esta incongruencia: en su pecho izquierdo hay un leve arañazo, estrías bien visibles que luego desaparecen, marcan en diagonal la palma de su mano derecha. En el sueño, al ver al Unicornio, el pasara la uña por el pecho, para asegurarse de que no soñaba: después, agarrara con fuerza al cuerno de la bestia, en un intento de rebelión contra las ordenes que de allá recibía…”.
En otra parte: “Un mercader de Lampsaco, la tierra de Loreius, habiendo debatido con Ubonius durante veinte horas seguidas el sueño de aquel, preocupado- no exactamente por la orden dada por el Unicornio, y si por el hecho de que este, criatura de un sueño, diese ordenes, convence a Ubonius de que todo el asunto debe entenderse de otro modo.
El unicornio, y más aun un Unicornio onírico, aunque nos deje en la mano la marca de su cuerpo, no tienen poderes sobrenaturales. Haga la distinción. Haber engendrado, en sueños, un unicornio que le da ordenes, significa que el Hombre, sea en la vida, sea en el arte- tiene que elaborar, junto con otras cosas, creaciones que regules sus actos y sus propias creaciones”.
Y hacia el fin:”Por su ultima vez, la espiral dibujada sobre el cuadrado mágico cruza la letra S. Uno de los temas del libro, el que confía al lector, con permiso de Jano, las llaves disponibles sobre la organización del propio libro no será retomado. Esa organización… no fue inventada por el novelista. Imita, punto por punto, el largo poema místico, probablemente escrito por un contemporáneo de Ubonius, consagrado al Unicornio. El poema quedo inconcluso y-por otra parte- el único ejemplar existente en versión griega, se halla en Venecia, en la Biblioteca Marciana, con trescientos manuscritos. Todos preciosos.
Allí pueden verse, a manera de Incipit, en bellos caracteres latinos, agrupados de cinco en cinco, las letras del cuadrado mágico…Esos temas, en el poema, son abordados o retomados en el orden en que la espiral cinabrina toca las respectivas letras. En el presente libro, solo la organización del antiguo poema ha sido conservada… Y tal vez la idea, insistentemente repetida en el viejo manuscrito, de que el Unicornio circula por entre estas paginas…”
Concluye Osman:” Allí están, hombres y mujeres, inventados para ayudar al autor a revelar una isla del mundo y todo, personajes y hechos, vienen de un comienzo inalcanzable”.
EN BUSCA DE LA MAQUINARIA DE LAS PROFUNDIDADES
Existe un mundo de acceso al Unicornio en el Jardín. Tal Vez un tiempo afuera del sueño o una realidad entrevista en un momento mágico. Sin embargo, esa no es la palabra- momento mágico.
Quizás exista un puente tendido entre dos fracciones del mismo instante. Quien tiene acceso a esa fracción de tiempo ha legado al límite y tiene lugar el mecanismo de la maquinaria de las profundidades. La memoria asimila imágenes de otro momento. Es una edad anterior o un futuro que habrá de suceder. ¿Existe la Biblioteca Marciana de Osman?
¿Parapsicología o subconsciente aterrado? Balzac, en su obra “Le Requisitionnaire” anticipa la facultad paranormal. ¿La poesía cuando escribió?:” Ala hora precisa en que Madame de Dey moría en Carentan, su hijo era fusilado en el Morhiban. Podemos sumar este hecho trágico a todas las leyes del espacio; documentos que coleccionaban con sabia curiosidad algunos hombres solitarios y que servirán un DIA para asentar las bases de una conciencia nueva, a la que falta, hasta el día presente, un hombre de genio”.
Fue Charles Hoy Fort- en 1919- con su Libro de los Condenados- quien anticipo Balzac. ¿O ese chispazo de luz fue el que ilumino a Camilla Flammarion-cuando en 1891-declaraba?:” Nuestro fin de siglo se parece un poco al del siglo precedente. El espíritu comienza a cansarse de las afirmaciones de la filosofía que se califica de positiva. Creemos adivinar que se equivoca… ¡Conócete a ti mismo!, decía Sócrates. Desde hace millares de años, hemos aprendido una enorme cantidad de cosas, excepto lo que mas nos interesa. Parece que el espíritu humano tiende, por fin, obedecer a la máxima socrática”.
Ochenta y nueve años después la máxima de Flammarion sigue en pie. ¿Hemos abordado ese conocimiento mágico del sueño o la intemporalidad?
Algunos indicios abren esas puertas. Las noticias de los diarios americanos han roto un estamento. Los virus se transforman. Las barreras genéticas de Panamá para detener el avance de las abejas asesinas del Brasil, existe. La “edad fotonica” aparece en letras de molde.
¿Somos un holograma que cobra vida? En este viaje que sigue me interrogo y saco muestras del pasado y las inserto en el computador central de una memoria biológica. Los resultados me llevan del tiempo alquímico a nuestro tiempo Mutado. Creo que estamos mas cerca que los mayas y mas lejos que los egipcios. El Conocimiento Computado permite el acceso a una nueva fuyente. Quizás ahora- en posesión de todas estas verdades- cuando se revele la Otra Realidad, nuestro Imperio siga vivo. No somos los mayas.
Nota: Es éste uno de los últimos artículos - e inéditos -que escribió Alejandro Vignati. Se publica aquí por gentileza de su amigo y colega (y amigo y colega nuestro también, vale decirlo) el Lic. Roberto Jorge Martínez, a quien se la envió para una revista argentina ya desaparecida que no pudo publicarla.
Vignati fue secretario de redacción de la revista 2001, amigo de Gabo García Márquez, compartía café con Louis Pauwels en la redacción de Le Figaro Magazine, con Andrea Faber Kaiser crearon la revista libro Mundo Desconocido. Alejo Carpentier y Guillermo Cabrera Infante supieron compartir algunas de sus ajetreadas noches.
Dueño de una pluma inigualable tan diestra para el ensayo como la ficción y la poesía fue maestro de muchos de quienes compartimos hoy el campo junguiano.
Sigue vivo en el espíritu de todos quienes fuimos sus amigos, lo tratamos y aprendimos a transitar con toda libertad, sin ataduras puestas o impuestas, ni ajustados a los límites engañosos de la percepción.
En una carta fechada en Barcelona el 28 de mayo de 1978, Vignati escribe a Antonio Las Heras: "Sigo vivo y joven y creo que el mejor oficio es encantador de serpientes. Por eso, me he comprado una flauta."
Vignati nació en San Andrés de Giles (Prov. de Bs. As.) en 1934. Residió en París, Barcelona, México... y tantos otros sitios del planeta. Siempre escribiendo, amando, sorprendiendo. Murió en Caracas en una madrugada de primeros días de septiembre de 1982.
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