Evolucionan tratamientos contra enfermedad arterial coronaria

México, 4 Jun. (Notimex).- La enfermedad arterial coronaria constituye un problema de salud pública al ser la segunda causa de muerte en México, pero hay avances para su tratamiento, afirmó Marco Antonio Alcántara, cardiólogo del ISSSTE.
Tan sólo en 2012 murieron 70 mil mexicanos por infartos, expuso el médico en conferencia de prensa para anunciar el lanzamiento en el país del Armazón Vascular Biorreabsorbible (AVB), de la compañía Abbott, para el tratamiento de esta enfermedad.
El cardiólogo intervencionista del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) agregó que la primera causa de muerte en México es la diabetes melitus, pero la principal complicación de quienes la tienen es la enfermedad arterial coronaria.
“Entonces, si sumamos ambas estadísticas realmente la enfermedad arterial coronaria, desde este punto de vista, sería la principal causa de muerte en nuestro país, lo que lo convierte en un problema de salud pública importante”, indicó Alcántara.
En el desarrollo de este padecimiento son relevantes los factores de riesgo, ya que tiene caracter multifactorial como la obesidad, sedentarismo, tabaquismo, alteraciones del colesterol y herencia familiar.
Para tratar la enfermedad arterial coronaria, refirió el cardiólogo, se utiliza el procedimiento de angioplastía, por el que se insertan catéteres (especie de tubos), en especial por la ingle y el brazo, que llegan hasta el corazón.
Una vez en las arterias bloqueadas se introduce un “stent”, que “impacta contra la arteria coronaria restableciendo nuevamente el flujo” sanguíneo, pues lo que obstruía el paso queda compacto contra las paredes del vaso sanguíneo.
Explicó que la nueva tecnología médica, contraria a la implantación del “stent”, facilita que en el curso del tiempo este aditamento se va erosionando.
Así, el Armazón Vascular Biorreabsorbible “primero empieza a liberar un medicamento que impide que en los primeros seis meses a un año de permanencia se tape, y posteriormente el cuerpo, por una serie de reacciones químicas, lo va convirtiendo en ácido láctico y agua”.
En el transcurso de dos años, la férula que antes era permanente irá desapareciendo poco a poco quedando nada de ella, lo que convierte esta tecnología “como un parteaguas en el tratamiento de la enfermedad arterial coronaria”.
En su oportunidad, el cardiólogo intervencionista del hospital Juan Ramón Jiménez, de España, José Díaz Fernández, señaló que esta nueva tecnología representa “un cambio de paradigma” en el tratamiento de las coronarias.
“Siempre vamos a tener el tratamiento con medicinas que va a ser imprescindible ante factores de riesgo, como la obesidad, diabetes, entre otras; tenemos el procedimiento de angioplastia imprescindible para el implante de cualquier dispositivo, pero ahora tenemos un nuevo concepto”, dijo.
Con este nuevo modelo de tratamiento “funcional” se intenta la restitución de las propiedades de las arterias coronarias, puntualizó.

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