Investigan la modificación de la microflora intestinal para tratar la obesidad

La ingesta de 20 calorías más todos los días por los cambios de la microbiota puede provocar 20 kilos más en 20 años

   VALENCIA, 21 May. (EUROPA PRESS) -
   La última línea de investigación que están estudiando los endocrinos para luchar contra la obesidad es modificar la microflora intestinal mediante un cambio de la alimentación, con la reducción de grasas en la dieta y la introducción de alimentos probióticos, prebióticos o que contengan polifenoles como el vino tinto, y en un futuro incluso como un trasplante de la microbiota.
   Al respecto, el jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales regional y Virgen de Málaga, el doctor Francisco José Tinahones, ha explicado que por el momento se han conseguido resultado en ratones y ha confiado en obtener resultados en los humanos en un par de años.
   Este es una de los avances que se presentaron en la rueda de prensa inaugural del 56 Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición que se celebra en el Palacio de Congresos de Valencia hasta el próximo viernes para analizar la situación de diabetes, que sufren dos de cada 10 españoles, y de la obesidad y sobrepeso, que afecta ya al 65 por ciento de la población adulta.

   El doctor Tinahones ha explicado que además del aumento de calorías aparejadas a una disminución del ejercicio físico característico de las sociedades avanzadas los expertos relacionan el incremento de la obesidad en las últimas décadas con "los cambios importantes en los microorganismos que se alimentan de materias orgánicas en nuestro intestino (microbiota)".
   Así, se ha detectado que el uso generalizado de antibióticos y la mayor asepsia, limpieza, pueden haber provocado que la diversidad de estos microorganismos en nuestro intestino disminuya. De hecho, ha constatado que "nada tiene" que ver la microbiota de un niño de Valencia de uno de Burkina Faso.
   En ese sentido, ha explicado que algunas de estas especies de microorganismos contribuyen a digerir alimentos que no se digerirían si no estuvieran de forma que son capaces de absorber más de 150 calorías al día. De este modo, el incrementos en las últimas décadas de las bacterias que digieren esos alimentos pueden tener efectos a largo plazo ya que "la ingesta de 20 calorías más diarias, una galleta, provocaría 20 kilos más de peso en 20 años".
   Por ello, ha explicado que las investigaciones se centran en cómo modificar esta población de microorganismos en nuestro intestino. Por el momento en un modelo experimental en ratones ya ha tenido que éxito. Así, se ha comprobado que con el trasplante de la microbiota, mediante heces, de un ratón gordo a otro libre de gérmenes éste engordaba mientras que si el trasplante provenía de un ratón delgado adelgazaba.

CUATRO ESTRATEGIAS

    De este modo ha comentado que aunque aún no están en disposición de recomendar ningún terapia muchos ensayos apuntan al éxito en la lucha contra la obesidad a partir de cuatro estrategias. La primera sería una reducción de una dieta rica en grasas ya que ésta aumenta las bacterias GRAM negativas de nuestro intestino lo que se relaciona con un incremento den la resistencia a la insulina y aparición de diabetes tipo.
   La segunda pasaría por incorporar el uso de probióticos, alimentos con microorganismos vivos adicionales, o de prebióticos, ingredientes no digestibles que afectan beneficiosamente al organismo mediante la estimulación del crecimiento y actividad de nuestra microbiotica, así como su influencia sobre otras enfermedades metabólicas.
   Del mismo modo, se ha demostrado que la ingesta de polifenoles, presente en el vino tinto, aceite de oliva, frutas y verduras, aumenta las bacterias que son beneficiosas. La última línea de investigación, por el momento "un poco más de ciencia ficción", sería el trasplante, con una sonda, de la microbiota a partir de heces de un sujeto delgado.
   El doctor Tinahones ha señalado que aunque no pueden aconsejar una terapia ya confía en que un par de años se puedan presentar ya resultados.

ALIANZA DE CIUDADES

  Por otra parte, el responsable del Grupo de Obesidad de la SENN, Albert Lecube, ha destacado que Valencia es la segunda ciudad española en sumarse a la Alianza de Ciudades contra la obesidad. Se trata de un proyecto de GOSEEN para concienciar a la población de los riesgos que supone para la salud la obesidad, así como promover una alimentación saludable y el ejercicio físico.
   Al respecto, la concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, ha destacado tras la firma de esta adhesión, el "esfuerzo total" que acomete el Ayuntamiento por la educación en salud que ha llevado a crear un centro pionero para jóvenes de entre 11 y 30 años.

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