Las consultas pediátricas de urgencia por dolor y tos a menudo terminan con una receta de codeína

NUEVA YORK (Reuters Health) - A pesar de la recomendación de
no usar codeína en niños, un
equipo halló que muchos médicos de urgencias aún recetan esos
opioides potencialmente peligrosos para tratar el dolor y la tos
infantil.
Los autores detectaron que la indicación pediátrica de
codeína en las salas de urgencias de Estados Unidos
había disminuido en el período 2001-2010, pero entre 559.000 y
877.000 niños aún la seguían recibiendo cada año.
"Con mi colega percibíamos que era un asunto importante para
conocer con qué frecuencia se usa en Estados Unidos y generar
conciencia al respecto", dijo la autora principal, la doctora
Sunitha Kaiser, de la Universidad de California en San
Francisco.
La codeína es un opioide que se usaba para tratar el dolor y
la tos en los niños. Cuando se descompone en morfina en el
organismo, modifica la percepción del dolor en el cerebro.
Además, reduce la necesidad de toser.
El fármaco también calma la respiración. Hasta un tercio de
las personas, según la etnia, lo metaboliza mucho más rápido que
lo habitual, lo que puede generar una sobredosis. Existe una
docena de informes de muertes infantiles por dosis normales de
codeína en los denominados metabolizadores ultra rápidos, según
publica Pediatrics.
El doctor Alan Woolf, coautor de un comentario sobre el
estudio, agregó que algunos organismos no metabolizan
suficientemente el producto para que sea eficaz. Además, se
puede abusar de su consumo.
Varias instituciones, como la Academia Estadounidense de
Pediatría (AAP, por su sigla en inglés) y el Colegio
Estadounidense de Neumonólogos (ACCP), no recomiendan el uso de
la codeína para tratar la tos o las infecciones respiratorias
superiores en los niños.
El Ministerio de Salud de Canadá y la Agencia Europea de
Medicamentos prohíben su uso en menores de 12 años.
Los autores usaron datos representativos de 189 millones de
consultas de urgencias de pacientes de entre tres y 17 años en
el período 2001-2010.
La proporción de niños y adolescentes tratados con codeína
en la consulta o que se llevó una receta con el fármaco se
redujo del 4 al 3 por ciento en 10 años. "Pero cuando miramos la
cantidad real de recetas administradas durante las consultas,
seguían siendo cientos de miles por año", dijo Kaiser.
Con su equipo detectó que el mayor porcentaje de la
reducción había sido en los pacientes más pequeños.
Además, los autores revisaron si el cumplimiento de las
guías de la AAP y el ACCP del 2006 estaba asociado con esa
reducción de las indicaciones. No lo estaba. Observaron también
la posibilidad de que los médicos recetaran codeína en las
consultas de urgencias por ubicación. Los niños negros no
hispanos eran menos propensos a recibir la indicación que los
niños blancos no hispanos.
"Ignoramos los motivos detrás de esas diferencias", dijo
Kaiser, para quien conocer por qué algunos médicos son menos
propensos a recetar codeína en ciertas zonas o a ciertos
pacientes ayudaría a reducir su uso.
En su comentario, Woolf y su colega señalan que en 2011 se
escribieron más de 1,7 millones de recetas de codeína en Estados
Unidos para pacientes menores de 17 años. Woolf, pediatra del
Hospital de Niños de Boston, recomendó que los padres les
pregunten a los médicos si existen terapias alternativas sin
codeína.
"Eso no quiere decir que hay que contradecir a los pediatras
y los médicos, sino por lo menos abrir el diálogo", dijo y
destacó la importancia de la educación médica.
FUENTE: Pediatrics, online 21 de abril del 2014.

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