La cocina puede ser una fuente de bacterias resistentes a los tratamientos

Por Kathryn Doyle
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las tablas para cortar
alimentos crudos provenientes de granjas son una fuente
importante de bacterias resistentes a los fármacos en las
cocinas de los hospitales y de las casas.
A mayor exposición de esas bacterias a los antibióticos,
mayor probabilidad de que se vuelvan resistentes a los
medicamentos. Y esa exposición innecesaria ocurre en los
seres humanos que toman antibióticos que no necesitan, como
cuando tienen un resfrío común por un virus al que esos fármacos
no le hacen nada.
También puede ocurrir cuando una gran cantidad de ganado
recibe alimentos con antibióticos para que crezcan rápido y
grandes. La Organización Mundial de la Salud estima que el 75
por ciento de los antibióticos a la venta tienen uso animal.
El hecho que, en un estudio, las tablas para cortar
alimentos estuvieran contaminadas con bacterias resistentes es
preocupante, pero no sorpresivo, según el doctor James R.
Johnson, investigador especializado en enfermedades infecciosas
del Sistema de Atención de la Salud de Asuntos del Veterano de
Minneapolis, Minnesota, y que no participó en el estudio.
"Si otros alimentos pasan por esas tablas antes de
limpiarlas, o aún después si la limpieza no es 100 por ciento
efectiva, y no se cocinan, o por lo menos no tanto como los
productos de granja, pueden contaminarse y transformarse en una
vía de transmisión más riesgosa que los productos de granja",
agregó vía e-mail.
El nuevo estudio se realizó en Europa, donde están
prohibidos los antibióticos promotores del crecimiento para
animales, pero se pueden utilizar "terapéuticamente"
en el ganado.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados
Unidos anunció un primer paso en el 2013 para prohibir el uso de
antibióticos para acelerar el crecimiento de los animales para
faena.
Durante 16 meses, el equipo del doctor Andreas F. Widmer,
del Hospital Universitario de Basilea, Suiza, reunió tablas y
guantes de la cocina del hospital, donde a diario se
prepara comida 650 pacientes y el personal.
Además, los autores hisoparon tablas de las cocinas de
viviendas de Suiza, Francia y Alemania para obtener muestras de
las bacterias después de que las utilizaran para preparar
alimentos y antes de que las limpiaran.
Diez de las 154 tablas de la cocina del hospital tenían un
tipo de E. coli resistente, comparado con cinco de las 144
tablas de los hogares particulares, según publica el equipo en
Infection Control and Hospital Epidemiology.
Para los especialistas, esa diferencia podría atribuirse
quizás a que las cocinas hospitalarias procesan mucha más carne
que los hogares.
"Estos tipos de E. coli son resistentes a algunos de los
mejores fármacos nuevos que tenemos para tratarlos", dijo Lance
B. Price, que no participó del estudio.
"Este 'germen pesadilla' siempre está un paso adelante",
agregó Price, que estudia la resistencia antibiótica en George
Washington University, ciudad de Washington. Por eso, los
resultados son alarmantes, según precisó.
La mitad de los guantes del hospital también tenían
bacterias resistentes, lo que, para los autores, indica que,
junto con las tablas, son una vía de transmisión. Por eso,
recomiendan que los empleados de gastronomía y las amas de casa
estén atentos al lavado de manos no sólo después de manipular la
carne, sino también después de utilizar las tablas de cocina.
FUENTE: Infection Control and Hospital Epidemiology,
online 24 de marzo del 2014.

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