Médicos detectan superbacteria SARM resistente a la vancomicina en paciente de Brasil

NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo médico asegura que
identificó una nueva cepa de la bacteria resistente a los
tratamientos que no responde a los antibióticos meticilina y
vancomicina, y deriva de una bacteria común que circula fuera de
los hospitales y las instituciones de salud.
El descubrimiento, que publica New England Journal of
Medicine y proviene del estudio de un paciente de Brasil al que
la infección le llegó a la sangre, crea la posibilidad de que la
nueva cepa de este supergermen se vuelva una amenaza si la
resistencia pasa fácilmente a la bacteria que circula en la
comunidad, dijo el autor principal, doctor César Arias, del
Centro de Ciencias de la Salud de University of Texas, Houston.
"Esta variante genética es común fuera de los hospitales,
que es lo que genera preocupación", explicó por vía telefónica.
Y dado que la vancomicina es tan económica, "perder este fármaco
de primera elección será una carga para el sistema de salud de
cualquier país", agregó.
Pero el doctor David Weber, profesor de epidemiología de la
Facultad de Salud Pública de University of North Carolina, dijo
que existen otros organismos resistentes a los tratamientos que
pueden ser más peligrosos.
"En una escala del cero al 10 (en la que 10 corresponde a
los más grave), voy a calificarla con un dos o tres", dijo. Y,
eso, por dos motivos: la bacteria no se diseminó a otras
personas y parecía ser vulnerable a otros antibióticos.
El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM)
infecta a unos 53 millones de personas en el mundo. Sólo en
Estados Unidos, mata a 20.000 por año, es decir, más que el
sida. Una variante que también sea resistente a la vancomicina
podría ser aún más letal.
En el caso del paciente de San Pablo, de 35 años, la
infección comenzó como celulitis en las piernas y pasó a la
sangre. Finalmente, murió. Arias dijo que la resistencia ocurrió
en el hospital.
"El paciente entró y salió del hospital durante mucho
tiempo. Estuvo enfermo con distintas infecciones durante casi un
año", dijo. Los tratamientos reiterados probablemente le
proporcionaron a la bacteria el tiempo suficiente para volverse
resistente.
"Algo que hace todo esto muy distinto es que, por primera
vez, se trata de una infección que proviene del torrente
sanguíneo, de modo que esta es una infección agresiva", indicó
Arias, profesor asociado de medicina, microbiología y genética
molecular.
La doctora Barbara Murray, presidente de la Sociedad de
Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, que también trabaja
en la universidad, comentó en un comunicado de prensa que estos
resultados significan que "en el futuro habrá que aumentar la
vigilancia en América del Sur y el resto del mundo" para
prevenir la infección.
Weber dijo que en los últimos 12 años se registraron sólo 13
casos "y en ninguno, las bacterias aisladas siguieron
diseminándose en el hospital o la comunidad".
En este caso, "no existe otra evidencia de que se haya
diseminado a otras personas. Es preocupante, pero no existe otra
persona que se haya enfermado", agregó.
En cambio, la enterobacteria resistente al carbapenem (ERC)
es mucho más peligrosa porque es letal y resiste a los
antibióticos más potentes. Esa familia de supergérmenes "son
mucho más preocupantes que ésta", dijo.
De todos modos, Weber consideró que esto refuerza la idea de
que "necesitamos no sobreutilizar los antibióticos y hacerlo
apropiadamente, no sólo en los seres humanos, sino también en
los animales" para que no surja resistencia.
"Los médicos recetan en exceso y los pacientes piden en
exceso. Necesitamos hallar la forma de estimular a la industria
farmacéutica para que desarrolle nuevos antibióticos", sostuvo
el experto.
FUENTE: New England Journal of Medicine, 17 de abril del
2014.

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