Asocian valores bajos de vitamina D en las madres con riesgo de caries en sus bebés

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niveles bajos de vitamina
D durante el embarazo están asociados con un aumento del riesgo
de formación de caries en sus bebés, según demuestra un estudio
realizado en Canadá.
El equipo del doctor Robert J. Schroth, de la Facultad de
Odontología de la Universidad de Manitoba, en Winnipeg, se
preguntó si esos valores maternos bajos se traducirían también
en más caries en sus hijos pequeños.
Para averiguarlo, determinó los niveles de vitamina D
durante el segundo o el inicio del tercer trimestre de gestación
en 207 mujeres y, luego, les examinó la dentadura a 135 niños
cuando tenían 16 meses. Las embarazadas pertenecían a una zona
urbana de bajos recursos.
La mayoría tenía niveles de vitamina D dentro del rango
normal, pero un tercio tenía valores demasiado bajos. Y teniendo
en cuenta la definición de caries utilizada, el 23-36 por ciento
de los bebés tenía caries.
Los valores prenatales de vitamina D eran significativamente
más bajos en las mujeres cuyos hijos
desarrollaron caries que en aquellas con bebés sin caries, según
publica el equipo en la revista Pediatrics.
De hecho, se detectó una relación directa entre los niveles
bajos de vitamina D en las madres con el aumento de las caries
en sus bebés.
Los defectos del esmalte dental en las madres también
estuvieron asociados con la aparición de caries en sus hijos.
Para los autores, mejorar la nutrición durante la formación
de los dientes y en la infancia reduciría el riesgo de caries.
"La prevención debería comenzar en el embarazo con un
refuerzo de la nutrición materna, ya sea mediante una
alimentación más adecuada o el uso de suplementos con vitamina
D", según señalaron, aunque aún se desconoce si el consumo de
vitamina D es una solución ante los nuevos resultados.
William B. Grant, del Centro de Investigación de la Luz
Solar, la Nutrición y la Salud de San Francisco, en California,
respalda desde hace años el uso de suplementos con vitamina D.
"Todas las embarazadas y las mujeres que están amamantando
necesitan consumir 4.000-5.000 UI por día de vitamina D3. Eso
tiene muchos beneficios para el embarazo, como la reducción del
riesgo de desarrollar diabetes gestacional, infecciones, parto
prematuro, preeclampsia, y complicaciones fetales, como
malformaciones y, muy posiblemente, autismo", indicó.
Grant recibió fondos de la Sociedad de la Vitamina D y el
Consejo de la Vitamina D para estudiar sus beneficios, según se
puede leer en su sitio de internet.
Pero el doctor Philippe P. Hujoel, de la Facultad de
Odontología de la University of Washington, en Seattle, no está
de acuerdo con que todas las embarazadas necesitan consumir
suplementos con vitamina D.
"En cambio, les aconsejaría mantener los niveles de vitamina
D adecuados durante el embarazo de manera saludable: disfrutar
del sol, optar por alimentos como salmón, atún de aleta
amarilla, hongos y huevo. Además, reducir los carbohidratos
contrarrestará la necesidad orgánica de vitamina D", dijo
Hujoel.
FUENTE: Pediatrics, online 21 de abril del 2014

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